Top-Down vs Bottom-Up

A la hora de empezar a desarrollar el plan nos encontramos con el eterno debate: ¿qué metodología utilizamos, Top-Down o Bottom-Up? En este artículo analizamos las ventajas y desventajas de cada una y os proponemos una respuesta a este eterno debate.

BUENAS PRÁCTICAS

2/5/20253 min leer

1. El proceso de planificación

Existe una tendencia de articular la actividad de la empresa en base a sus planes corporativos: plan estratégico, plan de sostenibilidad, plan de transformación digital, entre otros. Los planes contribuyen a que los equipos se mantengan alineados frente a una visión común, permitiendo a la empresa explotar sus ventajas competitivas.

La mayoría de los planes tienen unos elementos comunes que se estructuran jerárquicamente:

  • Bases de partida.

  • Grandes objetivos.

  • Estructura del plan (acciones, recursos necesarios e impactos esperados).

A la hora de empezar a desarrollar el plan nos encontramos con el eterno debate: ¿qué metodología utilizamos, Top-Down o Bottom-Up? En este artículo analizamos las ventajas y desventajas de cada una y os proponemos una respuesta a este eterno debate.

2. Metodología Top-Down

En este enfoque, los órganos de gobierno de la organización definen las bases de partida y los objetivos estratégicos. Esos objetivos se trasladan hacia los siguientes niveles de la organización, que van construyendo una estructura capaz de alcanzarlos.

Ventajas:

  • Visión estratégica: las decisiones de posicionamiento se toman por las personas que tienen mayor perspectiva. Esto garantiza la alineación entre objetivos y el aprovechamiento de nuevas oportunidades del mercado.

  • Objetivos alineados: todas las partes tienen claros los objetivos desde el principio y se reducen el riesgo de objetivos contradictorios entre unidades de negocio.

  • Eficiencia en el proceso: Se reducen los debates y conflictos, ya que las decisiones parten de la dirección.

Inconvenientes:

  • Desconexión operativa: las decisiones pueden no reflejar las necesidades del día a día.

  • Objetivos inalcanzables: los objetivos establecidos podrían no realistas frente a las capacidades de la empresa.

  • Falta de participación: la toma de decisiones unilateral desde arriba puede reducir la motivación y el compromiso.

3. Metodología Bottom-Up

En este enfoque se parte de las propuestas de mejora que viven los equipos en el día a día. Estas propuestas ascienden hacia la dirección superior para su evaluación, priorización y aprobación. Finalmente, se agrupan los proyectos prioritarios por categorías y se genera una Visión global de la compañía.

Ventajas:

  • Necesidades operativas: Las propuestas resuelven las necesidades diarias de la empresa.

  • Objetivos más realistas: Los proyectos y objetivos son alcanzables con las capacidades reales.

  • Mejora del compromiso: la participación de los empleados hace que se sientan escuchados y valorados, lo que incrementa el compromiso.

Inconvenientes:

  • Ausencia de visión: Las propuestas en este proceso no cuentan con la perspectiva de la alta dirección y corren el riesgo de centrarse en la operatividad, obviando nuevos negocios o mercados.

  • Objetivos contradictorios: Las distintas propuestas pueden no ser coherentes entre los distintos equipos.

  • Toma de decisiones lenta: La elevada participación en el proceso puede dilatarlo en el tiempo.

4. Comparativa

proceso planificación corporativa
proceso planificación corporativa
ventajas metodologías tod-down y bottom-up comparativa
ventajas metodologías tod-down y bottom-up comparativa
comparativa inconvenientes metodologías top-down y bottom-up
comparativa inconvenientes metodologías top-down y bottom-up

5. Metodología orgánica

Dado que tu plan estratégico incluye elementos amplios y diversos (misión, retos, proyectos, recursos e impacto), lo ideal sería usar un enfoque híbrido, que combine ambas metodologías:

Top-Down para establecer las bases de partida: la alta dirección define la misión, visión, valores y los grandes retos del plan. Esto garantiza una alineación estratégica y claridad en las prioridades.

Bottom-Up para diseñar los proyectos: los equipos operativos colaboran en la propuesta de proyectos concretos para enfrentar los retos. Permite integrar la experiencia práctica de los equipos y asegurar que los recursos sean realistas.

Revisión de los proyectos propuestos: La alta dirección revisa los proyectos propuestos que entran en contradicción o no encajan en las bases de partida. En caso de que los proyectos se consideren alineados con su visión estratégica, se incluyen en los objetivos, lo que puede significar revisar las bases de partida. En caso contrario, se rechaza el proyecto.

Revisión de los objetivos propuestos: Los mandos intermedios y sus equipos revisan los objetivos propuestos por la alta dirección que no se pueden alcanzar con los proyectos presentados. En caso de ser objetivos viables, se crean nuevos proyectos o se revisa el alcance. En caso contrario, se rechaza el objetivo.

Este enfoque híbrido optimiza las ventajas de ambos métodos, garantizando visión estratégica y compromiso operativo.

metodología orgánica para planificación que optimiza los procesos bottom-up y to-down
metodología orgánica para planificación que optimiza los procesos bottom-up y to-down

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